Reivindicando nuestro idioma

Hoy vengo guerrera. 😉

Entiendo que la cuna de los libros de recortes (scrapbooks) esté en Estados Unidos.  Y sí, ya sé que ahora está de moda el inglés.  De hecho tiemblo cuando los jerifaltes se ponen a hablar del bilingüismo en los colegios, porque están convencidos que por dar Art o Science, los niños ya saben hablar en dos idiomas, cuando lo único que ocurre es que aprenden un vocabulario muy específico en inglés, pero no en español.

Siempre he defendido por encima de todo mi idioma nativo, en contra de lo que cabría esperar por  mi especialidad en el trabajo.  Sí, también sé que las lenguas evolucionan gracias a los extranjerismos.  ¿Pero porqué dejar de usar las palabras que tenemos en nuestro propio idioma?  (Con lo bonito que suena balompié…) 😛

Y aunque ya llevo más de un año en esto del scrap, y todo el mundo usa las voces «nativas», no  puedo evitar intentar usar la terminología «a la española».

Por eso en mis entradas hablo de materiales HTM (DIY), ojetes u ojales (eyelets), plantillas de estarcido (stencils), cartulina (cardboard), papel vegetal (vellum), etiquetas (tags), cinta de carrocero (masking tape), encuadernadores (brads) o esquemas (sketches).

Existen muchísimos términos, tantos como técnicas diferentes: se usa papel de aluminio (foil), purpurina (glitter), troqueles o figuras precortadas (die cuts), pintura de tiza o pizarra (chalk paint), celos decorativos (washi tape)…

Podemos elaborar diferentes embalajes (packaging), composiciones (layouts) y también un diario artístico (art journal), para el que muchas veces se utiliza una técnica mixta de combinación de materiales (mixed-media).  Todo esto para elaborar creaciones hechas a mano (handmade)

¿Y por qué este empeño por usar palabras en español?  Quizá porque soy demasiado reacia a los cambios. O simplemente porque aunque una lengua pueda evolucionar, debería ser fomentando un uso correcto del lenguaje, y sin invasiones que nos hagan perder nuestra identidad.   ¿Por qué castellanizar un vocablo de otra lengua que ya tiene su versión española?  (El objetivo del scrapbooking es personalizar lo que sea.  ¿A nadie más le suena fatal lo de «customizar»? ¿Y qué es eso de «embossar» o «distressar»?  Se entiende mucho mejor si decimos dar relieve o envejecer. ) 

Soy consciente de que algunas de estas palabras a lo mejor ni las utilizo correctamente.  Y también que es ir contra natura.  Al fin y al cabo, cuando hago búsquedas para ver vídeos sobre este tipo de manualidad, si las hago en mi idioma, me resulta mucho más difícil encontrar variedad de modelos dónde fijarme.

Pero es mi lengua y me gusta defenderla.  ¡Ojo! No penséis que soy tan cerrada como para no ver la riqueza que supone el conocimiento de distintos idiomas.  Pero creo que es importante usarlos cuando corresponde, sin invenciones ni mezclas explosivas y malsonantes.

¡Feliz día! (Y perdón por este rollo)

Retos en los que participo

CAS(E) this Sketch Anita y su mundo Up & Scrap